Cambie usted mismo la goma de la puerta de su lavadora. Consejos de reparación
Cuando la lavadora pierde agua por la parte delantera puede deberse a que la junta de la puerta esté agujereada, mordida o rajada. Un pequeño desperfecto puede hacer que la junta que hace el cristal de la puerta con la goma de escotilla no esté funcionando correctamente.
¿Por qué se rompen las gomas de lavadora?
En ocasiones, piezas de la ropa como cremalleras, corchetes o cordones de zapatillas pueden provocar roturas y averías en la junta de la puerta. Es recomendable dar la vuelta a las prendas vaqueras o poner las prendas con hebillas en el fondo del tambor. ¡Cuidado también con las zapatillas! También puede que la pieza sufra desgaste debido al uso continuado del electrodoméstico: el agua y los detergentes hacen que la goma sufra desperfectos con el tiempo.
Compruebe el estado de la goma cuidadosamente antes de realizar la reparación: las fugas de agua suelen producirse cuando la rotura está en la parte inferior de la goma.
Cambiando la goma paso a paso:
* Antes de comenzar la reparación, examine bien la posición de la goma lavadora averiada: es probable que tenga unos agujeros en la parte inferior, o alguna forma que permita identificar la posición correcta de la pieza. Es recomendable, incluso, que realice fotografías para que le sirvan más tarde de guía.
1.- Aparte la lengüeta que encaja en la chapa exterior de la lavadora. Puede ayudarse con un destornillador plano (grande) o con una espátula (de plástico para no marcar la pintura del electrodoméstico).
2.- Casi todas las gomas de puerta de lavadora tienen en la lengüeta exterior una brida metálica de sujeción (con un muelle o un tornillo de ajuste para la fijación). Quite esta brida.
3.-Ahora que la parte exterior de la goma está libre, empújela hacia el fondo de la cuba hasta que llegue a ver la brida interna, una fijación metálica algo mayor que la exterior y que sujeta la parte interior de la goma al bombo.
4.- Localice el sistema de sujeción de la brida interior: tendrá que aflojar un tornillo o tirar de un muelle. Cuando quite esta sujeción, puede quitar la goma que ha provocado la avería (y ya tiene la mitad del trabajo hecho). Es posible que exista suciedad en los lugares en donde la goma estaba fijada. Es recomendable que quede limpio para que la nueva goma de escotilla quede perfectamente colocada para que no haya nuevas fugas.
5.- Ahora vamos a llevar a cabo los pasos a la inversa: coloque la goma de escotilla en el tambor de la lavadora, recuerde colocar la goma en la misma posición que la anterior: suelen llevar agujeros de desagüe en la parte inferior. Cuando la tenga colocada, dele la vuelta como en el momento de la extracción para poder acceder a la brida lo más fácilmente posible.
6.- Una vez colocada en el tambor, debe colocar la brida interior y asegurarse de que el tornillo de sujeción quede bien apretado.
7.- Tire de la goma para que quede con su forma final y encaje la goma de repuesto en el marco metálico de la puerta (ya casi lo tiene hecho).
8.- Coloque de nuevo la brida externa entre la goma y el marco, puede volver a ayudarse de un destornillador o una herramienta para hacer palanca.
Si ha seguido correctamente los pasos y todo ha quedado bien apretado, la avería estará solucionada y solo quedará poner las coladas que se han acumulado en los últimos días.
** Existen varios sistemas diferentes: algunos modelos de Fagor tienen un tubo en la parte superior de recirculación de agua, en este caso, solo hay que desencajar y encajar el tubo entre los pasos 4 y 5. En algunos modelos de Bosch y Balay de 8 kilos, el cambio de la goma es MUY COMPLICADO y hay que desmontar gran parte del frontal, en otros modelos de 7 kilos, también es necesario desmontarlo, pero es mucho más sencillo.
Siempre recuerde ir documentando con fotografías y notas cada paso que vamos dando, por si en algún momento nos sentimos perdidos, poder deshacer el camino que hemos hecho. Asegúrese de tener antes de empezar todo el material necesario a lo largo de toda la reparación y, como siempre, recomendamos que si no se siente capaz de terminar, mejor que no comience con la reparación, no sea que el intento le salga caro.